¿Y qué pasa si no quiero reprimirme? ¿Qué pasa si paso de
misterios, sutilezas y hostias? No tengo el control total sobre mis emociones –¿quién
lo tiene, eh?– y a veces vacilo aunque me gustaría no hacerlo y parecer una
persona sumamente ponderada, imperturbable a mi entorno incluso, y sobre todo
seguro de mi mismo, de natural, pero no, esto es insostenible, no puedo fingir
todo el puto día que soy una persona guay, porque esta máscara tiene fisuras,
¿me oye? ¡tiene fisuras! y a veces digo y hago estupideces, claro que sí, digo
y hago cosas con muy poco carisma, difíciles de arrancar un ‘oh’ o un suspiro
en la intimidad de cada cabeza. A veces soy un pollo sin cabeza. Sí. ¿Y qué?
¿Qué pasa? Se llama pureza. Se llama humanidad. Y no es simétrica, para nada. Me
toca los cojones esa voz aleccionadora que quieres hacer tuya pero que no eres
capaz de aplicarte. Cómo si alguien pudiera… venga cojones, yo al menos soy
consciente de mi imperfección y no espero que los demás sean capaces de rehuir
esa naturaleza; porque me gusta ser imperfecto. Claro que me gusta. ¿Cómo no me
va a gustar? Me gusta ser imperfecto. Lo diré mil veces si es necesario. Me
gusta, megusta, megustamegustamegu… No me gusta ser un puto robot capaz de
calcular cuál es el movimiento más acertado para cada momento y contexto y puto
escenario posible. Eso no me gusta. Me gusta no ser un robot. Claro. Qué puto
agobio. Sí, un puto agobio, eso es lo que es esto que pretendes que haga: ser
distante y enigmático, a ratos, prohibiéndote el acceso a esas zonas oscuras de
mi persona para estimular tu curiosidad hacia mí, y digas ‘oh, creía conocerlo,
pero siempre me sorprende y ofrece facetas inexploradas, ¡parece infinito! qué
chico más querible’; pero también, a ratos, ser entregado, ser sincero, ser un
libro abierto para ti, y un chico que abrace, que se entregue a la piel e,
incluso, sea algo meloso, y digas ‘oh, qué cielo’. ¡No soy un puto personaje de
cine, hostias! ¿Qué cojones quieres? ¿Quieres carisma ilimitado? ¿Quieres a
Ryan Gosling? ¿Quieres un Diario de Noa?
Pues lo siento. Yo soy sólo una persona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario